Los jardines italianos: Influencia para los tiempos modernos

 Estar en contacto con la naturaleza es fundamental ya que ella representa una serie de beneficios para la salud del hombre y tener un jardín es una manera de invitar lo natural a los espacios de nuestras viviendas y nos ayuda a ser más ecoamigables con el ambiente. Esta zona de la casa no solo aporta frescor a la estructura sino tambien es una parte esencial para tomar el sol, estar en compañía de familiares, hacer reuniones y encuentros, además es un lugar en donde los niños pueden pasar un momento de diversión con sus mascotas y amigos.

Tener un buen diseño para esta área de la vivienda puede resultar un poco complicado, pero los jardines italianos son una excelente alternativa ya que es elegante y otorga a la construcción un toque de glamour y majestuosidad. Este concepto se enmarca en tener un espacio amplio que puede ser al fondo a los lados de la construcción, pero con la salvedad de que todo debe estar a la vista, creando zonas para el disfrute y la relajación.

Los jardines italianos tienen un diseño en donde la naturaleza tiene un papel importante debido a que se utiliza como un elemento arquitectónico, lo que permite crear espacios armónicos y tranquilos que invita a la reflexión y contemplación. Este estilo ha sido una gran influencia a lo largo de la historia de la jardinería, en base a ello, se han inspirado los románticos y elegantes jardines franceses, de igual manera, hicieron lo propio los ingleses al crear un oasis un poco más salvaje.

Este modelo paisajista tiene sus orígenes en la época medieval donde los conventos y monasterios tenían un hortus conclusus, es decir, eran unos jardines exclusivamente para el cultivo de árboles y plantas con fines alimenticios y medicinales. A partir del siglo XV, estos espacios comenzaron a tener una función de ocio y placer al ser incluidos elementos arquitectónicos romanos y durante el Renacimiento fue un lugar para reuniones y diversión.

Las primeras zonas que tuvieron este estilo fueron los jardines de Bóboli situados en la ciudad de Florencia, en la región de la Toscana, lo que permitió que los espacios exteriores tuvieran una gran transformación, lo que dio origen a una tendencia que ha sido imitada en todo el mundo. Los jardines italianos o formales tienen una serie de características y Construcciones Yamaro las explica a continuación:

• Conjuga el orden, simetría y equilibrio: Para que un jardín tenga un estilo italiano debe mantener un orden y esto se logra haciendo una división de manera equilibrada y simétrica, a través del uso de árboles, arbustos, columnas o estatuas con el propósito de tener un efecto de estabilidad.

• Incluye diversas formas geométricas: Esto se logra mediante la incorporación del ars topiaria o arte topiario, que consiste en cortar las plantas o podarlas con la finalidad de darles algunas formas geométricas, pero en muchos casos se ha optado por figuras de animales u otro objeto, dando como resultado obras arquitectónicas.

• Tener un fondo espectacular: Todo jardín italiano tiene como fondo una naturaleza más excesiva y desigual que se contrapone al orden y simetría de los espacios centrales. Para ello se colocan árboles frutales y otras plantas que simulen los bosques que se encuentran detrás de las construcciones italianas.

• Presencia de agua: Para atenuar un poco tanta linealidad y geometría, se emplea el agua como un elemento amortiguador, por lo cual la construcción de pequeños arroyos, lagos artificiales, fuentes elegantes, amplios estanques y piscinas de piedra natural, son muy importantes en este tipo de jardines.

Todas las características señaladas van a permitir que se pueda lograr un jardín hermoso, con gran vistosidad, elegante, armónico y que emulen a los paisajes italianos dando origen a un lugar destinado para el ocio y la tranquilidad.